jueves, agosto 14, 2008

Te imaginas tener una pulsera Antiobesidad para tu hijo?

Ahora los niños podrán calcular su consumo calórico y modificar sus hábitos alimenticios.

Pero no tendrán que contar calorías ni medir el tiempo que dedican a la actividad física diaria; esa será la tarea de una pulsera y un juego de video.

Food Mates es la propuesta de estudiantes de la Universidad Iberoamericana (UIA) para que los menores de entre 6 y 11 años tomen conciencia de cómo se están alimentado y con ello evitar la obesidad infantil.

La pulsera de silicón y a prueba de agua tiene una memoria interna (USB) con información precargada sobre alimentos, aporte calórico y un lector de código de barras con el que el niño puede escanear todos los productos que consuma diariamente como papas fritas, dulces o refrescos.

Además, tiene un marcapasos que mide su nivel de actividad.

Pero los pequeños no sólo consumen alimentos procesados que cuentan con código de barras; también comen tacos, hot dogs y hamburguesas.

Ahí es donde entra el juego de video. Ya con la información condensada en la memoria USB, se conecta con un juego de video para computadora en el que el niño tendrá que pasar cinco niveles. En su trayecto, personajes como mangos o tomates le enseñarán qué alimentos son nutritivos y cuáles no, así como sus beneficios.

Para ganar puntos extra, los pequeños tendrán que incrementar su actividad física o reducir la ingesta de comida chatarra.

También tiene una apartado para que los padres supervisen el consumo y actividad física de sus hijos.

Una de las peculiaridades de la pulsera es un sistema de ‘alerta’: incrementa su grosor si el niño come más. Es posible regresarla a su estado inicial si se come sanamente y se realiza ejercicio.

Eso es un buen indicador para los menores y sus padres, que no se están alimentado bien, señaló Nadim Matuk, uno de los estudiantes que creó Food Mates.

Mariana Ayala comentó que ya están en pláticas con la Secretaría de Salud del DF para aplicar un proyecto piloto en una primaria a la que asisten 700 alumnos.

Matuk dijo que están buscando patrocinadores para reducir el costo de la pulsera que podría ser de 200 pesos y en noviembre de este año ya se podría iniciar con la difusión del juego del video.

Aclaró que la pulsera debe verse como un juguete interactivo preventivo y no restrictivo, porque los niños no van a dejar de comer sus chicharrones y papitas fritas.

Fuente: El universal

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